A lo largo de cualquier proceso terapéutico se evidencia muy pronto que trás las grandes heridas psicológicas y  los traumas hay esencialmente una percepción de ausencia de amor.

La necesidad que desde muy pronto tenemos los seres humanos por encima de cualquier otra, trás las más básicas es el cariño, el contacto físico amoroso, las palabras dulces y amables, las miradas tiernas y comprensivas. Cuando esto no se da, lo cual es muy frecuente, más allá de las intenciones, muy pronto surge el dolor ante la carencia, la sensación de abandono, la frustración, el miedo o el resentimiento. Y sobre esto posteriormente iremos construyendo nuestra vida, desde el desmerecimiento, el anhelo o el tener que generar méritos permanentes. Es decir, es como si, tuvieramos que ganarnos día a día que nos quisieran.
Esto llega a adquirir tal envergadura que para muchos de nosostros, si pudieramos ponernos a reflexionar eludiendo el miedo que nos produce, podríamos hacernos conscientes que la mayor parte de las cosas que hacemos están motivadas desde ahí. “Necesito ser querido y haré cualquier cosa para conseguirlo”. Sin darnos cuenta de que estamos pidiendo fuera lo que somos incapaces de darnos desde nosotros mismo ya que nunca tuvimos la ocasión de aprenderlo.
En este precioso video que os acompaña, todo esto queda en evidencia. Los animales  tienen la característica, especialmente los perros de la incondicionalidad, que es precisamente lo que general la última y profunda creencia cuando viene por parte de los padres de que me aman por lo que soy no por lo que hago.
Si las imágenes de este video os emocionan intensamente por la ternura que encierran, bien podéis decir que en su momento posiblemente carecistéis de la ternura que necesitabais. Y repito que esto va más allá de la intención de los padres, puesto que cada persona tiene un requerimiento muy espécifico de afecto. Y vivimos una paradoja, somos capaces de tener hijos a los 15 años y madurez para educarlos a los 50.
Espero que os guste.

En la psicología, existen algunas corrientes que utilizan la relación de las mascotas con los seres humanos para ciertos tratamientos.

este video muestra la interacción entre una mascota (en este caso un fantástico perro labrador) y un pequeño con síndrome de Daw:

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